Cushman: «Los inversores cada vez son más sensibles a los criterios ESG en sus decisiones»

El mercado inversor ha registrado una intensa actividad durante 2023, lo que le permitirá cerrar el ejercicio con un volumen total de capital invertido superior a los 3.000 millones de euros, cifras que podrán ser similares o ligeramente superiores a las registradas en 2022.

Así lo ha constatado la consultora Cushman & Wakefield durante su conferencia anual de inversión llevada a cabo este jueves en Madrid. «Posiblemente todavía veremos antes de finalizar el año un número de transacciones que permitirá superar la barrera de los 3.000 millones de euros en el conjunto del ejercicio», ha asegurado Albert Grau, socio y codirector de la compañía.

El foco de los inversores actualmente está sobre el segmento vacacional y en categorías de lujo y ‘upper upscale’, ha detallado la consultora, recordando que «algunas de las operaciones responden a la voluntad de hacerse con activos que pueden considerarse trofeos (trophy assets) cómo las adquisiciones del Mandarin Oriental en Barcelona, el Palacio del Retiro en Madrid o el W y The Standard en Ibiza», en palabras de Bruno Hallé, socio y codirector de Cushman.

En ese sentido, la inversión hotelera se enfrenta a algunos retos de cara al próximo año como son: tipos altos, criterios ESG y contexto geoestratégico. «La industria hotelera debe seguir impulsando los criterios ESG no solo como necesidad en el día a día de la operativa para cumplir con las exigencias en esta materia, sino también como mecanismo para situar el activo en el mercado en condiciones favorables. Los inversores cada vez son más sensibles a estos criterios en sus decisiones», ha subrayado Hallé.