Análisis 'Desarrollo'

Los denostados fondos logran que las marcas hoteleras top aterricen en masa en España

9 de febrero de 2024

Los fondos de inversión, otrora denostados por ser considerados en su conjunto como oportunistas y «buitre» pese a representar este perfil una parte mínima de ellos, han demostrado erigirse en los que han traído a España marcas internacionales top tras sus recientes adquisiciones, según ha compilado ‘Desarrollo‘.

España, líder en turismo no solo por cantidad sino por la calidad de los operadores y destinos, carecía sin embargo hasta algo más de una década de una representación del inversor institucional, debido a mitos sobre la estacionalidad y el ciclo del retorno, especialmente en el vacacional, donde resultaba difícil igualmente entender las dinámicas de la turoperación.

Un caso paradigmático de este fenómeno es el de Emin Capital, que ha llevado el primer Four Seasons vacacional del país desde Mallorca tras adquirir el mítico hotel Formentor por 165 millones.

Al mismo tiempo, el primer establecimiento de la lujosa marca en Madrid ha sido obra, en parte, del fondo del fundador de Poker Stars, Mark Scheinberg, que compró el 50% de la propiedad a través de su fondo Mohari Hospitality Limited. El otro 50% del establecimiento pertenece a OHLA.

Asimismo, KKH Property Investors propició el desembarco en Madrid de una de las lujosas enseñas de Marriott, Edition, en un emblemático edificio ubicado en la Plaza de las Descalzas y que, tras su apertura como hotel de 5 estrellas, vendió al fondo de Singapur, Archer, por 205 millones de euros.

Por su parte, Sancus, creado por el mexicano Borja Escalada (fundador del fondo RLH) junto a otros inversores, compró a finales de 2022 a RLH, el Rosewood Villa Magna de Madrid por una cantidad que no ha sido desvelada.

Igualmente, Millenium ha propiciado el aterrizaje en España de marcas de primer nivel como Nobu o JW Marriott, de igual modo que tras el aterrizaje de Radisson el casero ha sido igualmente este perfil de inversor.

En julio del año pasado irrumpió el fondo saudí Olayan en Barcelona comprando a la familia Reig el hotel Mandarin, en una operación valorada en unos 200 millones de euros y que incluye al dueño de su deuda, el fondo californiano Farallon.

En la Costa del Sol, Stoneweg y Bain Capital adquirieron en 2022 el hotel Los Monteros Marbella por 47 millones de euros. Meses más tarde se conocía que la lujosa marca de IHG, Kimpton, dará nombre al lujoso establecimiento.

Fondos como Hipartners (HIP, de Blackstone) también han sido claves para allanar el desembarco de enseñas como Hyatt, con su base desde Hispania que impulsaron desde Azora.

La mayoría de fondos, así, han apostado por invertir en la reforma de establecimientos para elevar su calidad, unido a su contribución a profesionalizar las empresas y los procesos de decisión, de modelos de gestión, toma de decisión, presupuestación o el reporting.

De este modo, los inversores financieros se han erigido en un socio natural para mejorar la planta hotelera con sus apuestas por generar valor añadiendo capex y reposicionando productos y la experiencia del cliente.

 



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