Galería de arquitectura y diseño

Lo último en París: acogedoras mansiones convertidas en íntimos alojamientos

16 de junio de 2022

La intimidad en alojamientos sin multitudes ni tiempos de espera está a la orden del día en los establecimientos de moda en París.

Se trata de pequeñas mansiones, muchas con menos de 20 habitaciones, que rescatan el encanto de los detalles románticos parisinos: interiores con pisos de madera y mármol originales, techos de 10 pies llenos de vida con molduras decorativas, grandes escaleras de caracol y el importantísimo patio bañado por la hiedra, recoge AD.

Maison Villeroy. En uno de los distritos más elegantes de París, está este emblemático edificio que ha sido restaurado respectando la Belle Époque.

Los elementos históricos permanecen intactos, desde la fachada neoclásica de piedra tallada hasta la gran escalera de mármol con una barandilla de hierro forjado dorado y los suelos de roble del bosque de Tronçais (ecogestionado desde 1670 bajo Luis XIV).

La Réserve París. Construida en 1854 por el medio hermano de Napoleón III, el duque de Morny. Destaca por sus puertas de color rojo rubí, los paneles de cuero cordobés, los relieves rococó dorados, el parquet de Versalles y las capas de sedas, tafetán y terciopelos.

Con 40 amplias habitaciones (26 son suites) tienen ropa de cama Quagliotti, batas separadas para bañarse (esponjosas) y descansar (algodón cepillado) y amplios baños de mármol con calefacción por suelo radiante.

Hotel Alfred Sommier. En 1860, el magnate azucarero Alfred Sommier compró y restauró el castillo Vaux-le-Vicomte del siglo XVII y construyó una mansión haussmanniana doble dentro de un patio con losas de piedra a pocos pasos de la Place de la Madeleine.

En 2019, Richard de Warren, descendiente de la familia Sommier, presentó la propiedad renovada como una alternativa a los grandes hoteles sin alma.

Las florituras de la Belle Époque abundan en las 80 habitaciones y espacios públicos en forma de pisos de parquet en espiga, chimeneas de mármol, molduras doradas y una gran escalera flanqueada por cariátides.

Hotel Particulier. Es la antigua casa de la familia Hermès. Cuenta con cinco suites llenas de glamour bohemio, desde su vestíbulo alfombrado de rojo y repleto de taxidermia hasta Le Très Particulier, el bar de cócteles estilo Cocteau del hotel adornado con sillas de terciopelo rojo con flecos y papel tapiz con temas de bosques de cuento de hadas.

Casa Armance. Fue el hogar de Stendhal (el hotel lleva el nombre de su primera novela). Este hotel de 4 estrellas y 20 habitaciones cuenta con interiores inspiradas en Chanel (tweed, terciopelo y latón trenzado) y tonos tranquilos de azul y rosa con elementos clásicos de Haussmann (pisos de parquet, molduras y techos altos).

Las diseñadoras de interiores Flora de Gastines y Anne Geistdoerfer rompieron con la tradición, pues la recepción y una sala estilo salón literario se encuentran en el último piso y ofrecen vistas a los tejados de París.



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