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Diseño neoyorquino en Palma: el renovado Posada Terra Santa se reinventa tras una década

30 de abril de 2024

Escondido en el céntrico barrio de Canamunt, en Palma de Mallorca, el exclusivo hotel boutique Posada Terra Santa, el primero de la cadena Hidden Away Hotels, reabre sus puertas en su décimo aniversario totalmente renovado con interiorismo del neoyorkino Rockwell Group.

 

Tonos terracota, materiales orgánicos, artesanía local y nuevas texturas son los elementos que destacan en la renovación de este hotel que cuenta con 26 habitaciones, un salón inglés con sala de lectura, restaurante de cocina mediterránea, spa con cabina de tratamientos y un ‘rooftop’ con piscina ‘chill out’, la joya de la casa.

 

Este edificio «con alma, personalidad definida, historia y valor arquitectónico» marcó el inicio de Hidden Away Hotels, la cadena familiar de hoteles singulares que Carmen Cordón e Ignacio Jiménez lanzaron en 2014. El antiguo palacete del siglo XVI en ruinas escondido entre las sinuosas callejuelas del céntrico barrio Canamunt, en Palma de Mallorca, fue rehabilitado para fundar el primero de los hoteles de la cadena: Posada Terra Santa.

Ubicado en una calle sin salida, detrás de la Plaza Mayor y de la Catedral, en pleno casco antiguo de Palma, Posada Terra Santa es un palacete que perteneció a los Barones de Boixadors. Su origen gótico quedó al descubierto en 2014, cuando se comenzó a rehabilitar el edificio y se descubrió que éste escondía en su interior una secuencia única de cinco arcos góticos ojivales de medio punto que conectaban la manzana entera.

Un valor arquitectónico a la vista de todos sus huéspedes, también en elementos recuperados y expuestos como las tinajas que se usaban para almacenar grano y alimentos de la cosecha de las tierras del barón. Incluso cuenta con un ventanal renacentista en la fachada (catalogado como Bien de Interés Cultural) y el escudo de armas original del edificio con el emblema heráldico de la familia Boixadors que da vida a la imagen que Posada Terra Santa tomó para sí, el ciervo.

«Con su apertura en 2014, Posada Terra Santa fue pionero en el sector de los hoteles boutique de lujo en el centro de Palma y supuso el inicio de la rehabilitación de la zona conocida como Canamunt, antes considerado ‘barrio chino’ del casco antiguo y que ahora está en auge gracias a su agitada vida cultural en la que teatro, galerías de arte y locales de artesanía y repostería tradicional conviven en armonía», destacan desde la hotelera.

 

La nueva estética del establecimiento busca transmitir calma y serenidad a través de varios puntos de luz natural. Las 26 habitaciones, todas distintas entre sí, están divididas en cinco categorías, una de ellas la Suite de Barón y distribuidas en tres plantas. Además, Posada Terra Santa cuenta con una extensión en un edificio anexo, Samaritana Suites, en el que ofrece nueve apartamentos de lujo, que disfrutan de los mismos servicios del hotel.

Barro, cestería, tejidos y materiales orgánicos se dan la mano en cada uno de los rincones del nuevo Posada Terra Santa. La intervención del estudio neoyorquino Rockwell Group ha tomado como punto de partida el patrimonio histórico que representa el edificio y ha apostado por los artesanos y los oficios tradicionales de la isla como la alfarería, la cestería y el arte, para llenar de vida el hotel.

Para ello el estudio ha reinterpretado su pasado respetando la tradición y tomando lo natural y orgánico como hilo conductor para lograr transmitir y crear un espacio de bienestar. Para ello, ha optado por el uso de materiales como la cerámica, la piedra natural, la madera en bruto, texturas rugosas y predominio de tonos terracota y colores neutros en las zonas comunes.

La nueva propuesta de interiorismo ha dotado de calidez a todas las estancias y respetado los elementos renacentistas tal y como fueron concebidos en el siglo XVI que se entremezclan con paredes de yeso color terracota, una escalera de caracol y contraventanas de madera.

Asimismo, los colores neutros dan protagonismo a otros materiales como el mostrador de madera en bruto, las mesas de piedra y las alfombras de textura natural.

En el restaurante, La Despensa del Barón, hay una mayor implementación de color y texturas y siempre predomina la terracota. Los materiales se conectan con la artesanía local de tableros de cerámica, obras de arte que hacen referencia a tejidos tradicionales y acabados arquitectónicos como la pared de entrada de terracota rugosa sin vidriar y la pantalla privada junto a la cocina.

El hotel también ofrece una zona de bienestar, ubicada en el que fue el antiguo depósito de grano del edificio, dotada de sauna, piscina templada, una cabina individual con una cuidada selección de tratamientos corporales, faciales, masajes y rituales utilizando terapias milenarias naturales.

En el último piso, Posada Terra Santa tiene un ‘rooftop’ con vistas a los tejados del casco antiguo medieval de Palma y una pequeña piscina ‘chill out’. En este espacio Rockwell Group apostó por la tradicional tela mallorquina la Roba de Llengües, similar a la tela de ikat asiática, que en este espacio se encuentra en azul cobalto y que se acentúa por los marcos metálicos negros en sombrillas y mobiliario.

 



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