Extraordinario artículo en ‘Desarrollo’ sobre la inversión hotelera desde Asia

Por Manuel Ferrer, presidente y fundador de Olea Consultancy

No es sorpresa que ‘Desarrollo‘ nos ofrezca grandes artículos, con información sólida y visión estratégica. El del pasado viernes 5 de mayo ‘Extremo Oriente: asalto de inversores del Pacífico sobre la hotelería española’ fue extraordinario, al menos para mí.

Hace 18 años que vivo y trabajo en Asia ayudando a empresas turísticas y hoteleras occidentales en general, y españolas en particular, a formar parte de la región más próspera del mundo, también en el sector hotelero, en definitiva, ayudo a que nuestras empresas se clasifiquen para jugar la Champions League de la industria turística y hotelera.

En estos 18 años habré escuchado no miles, pero sí cientos de veces, “Asia es el futuro”, “Puede interesarnos, tal vez dentro de unos años”. Como si la mayoría de mis interlocutores ignorasen completamente que están jugando en La Liga y no en la Champions. De pronto, el artículo de ‘Desarrollo‘ es lo que los anglosajones llaman un ‘reality check’, algo que un castizo traduciría por «caerse del guindo». Efectivamente, los asiáticos ya están aquí, y esto sólo es el principio. Su fortaleza radica en que, en su torneo, siguiendo el símil futbolístico, hay cantidades ingentes de financiación disponible, normativas gubernamentales razonables, hambre de triunfo y equipos muy bien entrenados, mucho más que los de La Liga.

Asia no es el futuro, es el presente! ¡Ya era la región más prospera hace 10 años! En 2023, de las seis mayores economías del mundo, cuatro serán asiáticas, China, la primera, India la tercera, Japón la cuarta e Indonesia la sexta. Ante esta realidad, ¿Qué podemos hacer? Pues me temo que la mayoría de nuestras cadenas hoteleras no pueden competir tal y como son hoy. El Real Mallorca, mi equipo del alma, no puede competir hoy con el Bayern de Múnich o el Manchester City. Pero sí puede intentar algo atrevido, entrar en Asia, comenzar a jugar la Champions, basándose en sus fortalezas actuales, como la cantera, que las tiene.

Del mismo modo, nuestras cadenas pueden y deberían entrar en Asia con su experiencia y el conocimiento que tienen en nichos del negocio todavía no bien desarrolladas en Asia, como el resort de playa de todo incluido o el buen hotel de negocios de ciudad de 4 estrellas. Y, una vez en Asia, captar talento local, establecer relaciones, acceder a financiación. O eso, o ponerse en venta y esperar que un asiático te compre.

Las empresas españolas sólo tienen un arma para triunfar en la nueva realidad económica y geoestratégica, la experiencia y el conocimiento acumulado en los últimos 70 años. Pero esa oportunidad comenzó a reducirse hacia el año 2000 y acabará cerrándose. O se mueven ahora o ya no podrán hacerlo.