Las villas de lujo que ‘cuelgan’ sobre los imponentes acantilados del Pacífico mexicano

El empresario y visionario italiano, Gian Franco Brignone, creó hace más de 20 años uno de los destinos más exclusivos del Pacífico mexicano: Careyes, en Jalisco, México, que se alza sobre 46,000 acres que incluyen el Careyes Club & Residences, frente a la playa, y con villas que aparecen como suspendidas entre los árboles.

Una de estas villas se levanta en uno de los acantilados más espectaculares de la propiedad. Se trata de Sol de Oriente que cuenta con “un castillo (el edificio principal), dos bungalows y una torre, ideal para la privacidad de todos los huéspedes”, reza su web.

El hotel se caracteriza por ser un ejemplo más de la arquitectura de estilo Cayeres que distingue las construcciones de este pintoresco destino.

Así, sus alojamientos exhiben llamativos colores mexicanos impregnados de un aire mediterráneo, con grandes palapas y mobiliario artesano.

Otro de los elementos característicos es la piscina infinita de 360 grados con acceso directo desde las habitaciones del castillo. La propiedad también cuenta con mayordomo, cocinero y servicio de limpieza.

Este hotel en lo alto del acantilado destaca por su exterior de color amarillo brillante, paredes curvas, puertas que enmarcan el océano, terrazas al aire libre y una gran palapa con techo de palma.

Se trata de elementos que “son un homenaje al entorno circundante, mientras que el acceso directo a la piscina desde las habitaciones fusiona a la perfección los espacios interiores y exteriores”, recoge AD.