Grandes cadenas reinventan su oferta de buffet tras las exigencias de la pandemia

La pandemia ha impulsado varios cambios en la hotelería, entre ellos, el servicio de buffet. La crisis causada por el coronavirus obligó a los hoteles a repensar dicha oferta de una forma más eficiente, saludable y cómoda para los huéspedes.

Tras la vuelta a la normalidad, el servicio de buffet ha vuelto a ser demandado en los hoteles, incluso este servicio para reuniones y eventos ha vuelto al 99% de la normalidad anterior a la pandemia.

La situación de crisis provocó que se tomaran nuevas medidas de seguridad, diseño y limpieza en los buffets, y, sobre todo, que se preparara comida en función de las necesidades y preferencias de los huéspedes.

Holiday Inn ha puesto un especial énfasis en ofrecer comida más saludable con una amplia selección de productos que incluye yogur griego, fruta fresca y avena. Además, dispone de más platos pre-envasados, un asistente que cocina un plato al momento y lo lleva a una mesa o se lo entrega al huésped en su habitación.

James Samson, presidente de la firma de consultoría Samson Hospitality, ha señalado que muchos hoteles han rediseñado la estética de su servicio de buffet para que este sea más atrayente para sus clientes, como el preparar mesas sin mantelería y configurar un servicio más práctico que no se tenga que montar y desmontar todo el tiempo, informa CoStar.

Avid Hotels, de IHG Hotels & Resorts, por ejemplo, ha creado una mesa redonda de exhibición del buffet, algo que ha provocado una reducción en las filas.

Hilton ahora ofrece opciones de café frío y opciones alternativas a la leche, como leche de almendras o de avena. Muchos hoteles también ofrecen alternativas alimentarias como tostadas de aguacate con pan sin gluten, tazas de açaí y cereales. De hecho, para los buffets de reuniones, los clientes normalmente están dispuestos a pagar más por estas opciones.

Este mayor interés en las ofertas de alimentos y bebidas más saludables también ha llevado a Homewood Suites by Hilton a reemplazar el 80% de los productos ricos en calorías, como refrescos, patatas fritas y galletas, por opciones más saludables y ricas en nutrientes.