Por Bruno Hallé, socio y codirector de Cushman & Wakefield España

La inversión mantiene su confianza en el mercado hotelero español

5 de octubre de 2022

Por Bruno Hallé, socio y codirector de Cushman & Wakefield Hospitality en España

Estamos empezando el último trimestre de un año que está siendo muy interesante desde el punto de vista del mercado de inversión hotelera.

El contexto obliga a ser cauto, pero no faltan los motivos para ser optimista ya que la actividad operativa hotelera al igual que la inversora ha logrado recuperarse durante 2022 hasta niveles próximos a los de 2019, incluso superiores en algunos casos.

Según los datos del último informe Marketbeat de Cushman & Wakefield, durante el primer semestre del año se cerraron transacciones hoteleras en España por valor de 1.250 millones de euros, un 51% más que los 820 millones que se registraron en el mismo periodo de 2021.

En cuanto a atracción de capital, solo el Reino Unido se ha situado por encima de España durante la primera parte del año, con 1.950 millones de euros.

El crecimiento de la inversión puede obedecer a razones diversas, pero la principal es que sigue habiendo un tremendo interés por parte de los actores del mercado inversor por obtener posiciones en nuestro mercado.

España ofrece una amplia oferta hotelera muy diversificada que, a diferencia de los mercados anglosajones, tiene todavía poca presencia de inversores profesionales.

Este interés se traduce especialmente en operaciones en el segmento vacacional que ha podido recuperar niveles de actividad tras la pandemia de forma muy rápida.

En este segmento siguen existiendo oportunidades para la inversión ya que el parque hotelero español está muy atomizado con compañías de muy diversa índole.

Por ejemplo, las situaciones de cambio generacional pueden representar una oportunidad para la inversión o las necesidades financieras vinculadas a un reposicionamiento de producto y/o a la devolución de los préstamos durante este año 2022 y 2023.

Las fórmulas para la inversión pueden ser diferentes en cada caso, que debe ser estudiado al detalle para poder garantizar retornos posteriores.

La pandemia, que ha afectado a la normal actividad del sector durante casi dos años, ha generado también necesidades de liquidez en algunos casos. Para obtener esa liquidez, los grupos hoteleros en dificultades se han planteado la venta de activos, en algunos casos quedándose en la gestión y así poder competir con garantías en los próximos años.

En esta línea, los fondos inversores, tanto nacionales como internacionales, van a seguir teniendo un papel protagonista en los próximos meses.

Hasta 2019 se vivió un ciclo alcista con un incremento de precios excesivo en algunas ciudades y destinos. La llegada de la pandemia ha acercado posiciones entre inversores y propietarios de los activos.

A pesar de la inestabilidad financiera estamos seguros que se podrán seguir cerrando operaciones en los próximos meses, tanto vinculadas a deuda como a cambios generacionales.

Islas Canarias, Baleares o la costa Mediterránea son los destinos preferidos por los inversores, tanto institucionales como privados.

A ellos podemos sumar los destinos urbanos o con un fuerte mix ‘business-leisure’ como puede ser Málaga, Sevilla, Barcelona, Madrid o San Sebastián.



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